lunes, 10 de diciembre de 2007

uno solo

olvidó su encendedor
y va a pasar la noche en el aeropuerto
y no va a haber nadie porque lo normal sería haber llamado un taxi en la madrugada. Pero nosotros no hacemos eso
somos fuertes como caballos y pasamos noches en donde sea
y va a tener ganas de fumar y no va a haber nadie que le encienda un cigarro
va a mirar a su alrededor y estará solo
y va a decir me cago en dios
y va a sentarse frente a un mostrador vacío
y va a quedarse dormido en algún momento

una despedida breve, sobria como siempre ha sido
después de una caña viendo un partido donde hubo cuatro expulsados
y un solo gol
un solo puto gol
todos lanzándose al campo como señoritas
habían expulsado al portero del contrario
y no tenían más cambios
siete minutos de reposición
y no pudieron volver a anotar

y qué difícil me resulta decirle que voy a extrañarlo

2 comentarios:

María José Ramírez dijo...

Me gustó. Besito. Ah, soy majo la maja.

Anónimo dijo...

Pues hubieras visto mejor el partido del Atlante campeón, que fueron tres goles y el último señor golazo, y sin expulsados, aunque a uno de pumas le abrieron el coco, pero...

ah, le vas a pumas, olvídalo